El impacto positivo de la Biblia
La Biblia ha demostrado ser una fuente inagotable de sabiduría y guía espiritual. Como Palabra viva de Dios, sigue desafiando nuestras convicciones, renovando nuestra mente y transformando la manera en que vivimos. Su mensaje eterno continúa iluminando el camino de quienes buscan verdad, propósito y esperanza.
BIBLIA
Lazaro Riesgo Acosta
6/16/20255 min read


La Biblia es el único libro capaz de influenciar eternamente la vida del ser humano. En 2 Timoteo 3:16 leemos que: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. El apóstol Pablo le muestra a Timoteo el alcance de la Escritura y su influencia en cuatro áreas fundamentales que todo ser humano posee: espiritual, intelectual, emocional y social.
Mi propósito es que puedas meditar en cómo la Biblia influye positivamente cada una de estas áreas de tu vida. Veámoslas una a la vez:
La Biblia satisface el área espiritual del ser humano ... Toda la Escritura es inspirada por Dios.
Todo ser humano necesita un sistema de valores (cosmovisión) que le guie. La buena noticia es que Dios ha establecido en su Palabra las normas de navegación apropiadas. Sin embargo, el reto actual que enfrenta América es la carencia de una filosofía bíblica de vida. En un mundo de constantes cambios, la Escritura permanece como el faro seguro. El Salmo 119:105 declara: Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. La Escritura no es filosofía humana (aunque fue documentada por hombres), sino la voluntad expresa de Dios. ¡Dios nos dejó su Palabra! No simplemente ideas o pensamientos bonitos, sino sus propias palabras. Pablo utiliza el término griego theopneustos, que significa “inspirada por Dios”. La Escritura es “exhalada” de la boca de Dios. En otro pasaje, el apóstol Pedro declara (2 Pedro 1:19-21): Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Dios es el autor de la Biblia y también de nuestras vidas. Es por esta razón que solo la Palabra de Dios puede satisfacer la dimensión espiritual, liberando al alma de la esclavitud del pecado. Es la revelación especial de Dios que satisface la dimensión espiritual del ser humano. Pero además,
La Biblia eleva el área intelectual del ser humano... útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.
Todos transitamos por un proceso de enseñanza-aprendizaje. La fe cristiana no es una fe ciega, es una fe razonable porque entiende las evidencias y los argumentos que el Señor nos ha dado. Aquí Pablo utiliza cuatro verbos relacionados con la educación a fin de exaltar el papel de las Escrituras en la intelectualidad humana. ¿Para qué es buena la Biblia?
Para Enseñar (impartir conocimiento general).
Para Redargüir (amonestar presentando evidencias).
Para Corregir (promover el cambio de rumbo).
Para Instruir en justicia (manifestar el buen camino).
Para el creyente, el proceso de aprendizaje nunca termina. En este sentido, la Biblia es única y relevante. La Palabra provee las herramientas concretas para dar forma a nuestro intelecto, como dice el Salmo 19:7-11: La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón. En otras palabras, el salmista reconoce que la Biblia aporta:
Sabiduría… Que hace sabio al sencillo
Alegría … Que alegran el corazón
Entendimiento … Que alumbra los ojos
Justicia… todos sus mandamientos justos
Una decisión inteligente es comenzar a dar el valor a la Biblia que le corresponde. Por otra parte,
La Biblia da sentido a las emociones del ser humano… A fin de que el hombre de Dios sea perfecto.
Los hombres y mujeres de Dios no solo tenemos un área espiritual o intelectual que alimentar, sino que tenemos emociones con las cuales lidiar. Dios es un Dios de propósitos. Aquí Pablo le dice personalmente a Timoteo que hay un modelo de “hombre de Dios” y que el Señor le creó con propósitos definidos. Las emociones son un regalo para todos los hombres y mujeres, son una gran bendición, pero pueden ser muy desastrosas cuando perdemos el rumbo de la vida (Cuando nos desenfocamos). Necesitamos la Biblia para dar sentido a nuestras emociones. En este sentido, Tim Keller expresó: Según la Biblia, vivimos en un mundo natural que ahora está caído. No fuimos creados para un mundo de enfermedades y desastres naturales, un mundo en el que todo se descompone y muere, incluyéndonos a nosotros mismos. Este mundo, tal como existe ahora, no es el hogar que anhelamos.
Entonces, el propósito final de Dios con su Palabra es la perfección. La característica de estar completos en Dios y en los planes eternos que Él ha preparado para nosotros. Como dijo Jesús en Juan 16:33: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Las emociones encuentran su lugar apropiado cuando reconocemos que el propósito de la vida y nuestra salvación comienza y termina con Dios. Finalmente,
La Biblia edifica el área social del ser humano … enteramente preparado para toda buena obra.
La dimensión social del ser humano es la última de las características que se mencionan. Pablo dice que otro objetivo de la Biblia es preparar “completamente” al creyente para toda buena obra. El creyente no solo lee la Biblia para informarse, sino que tiene una vocación diaconal que le fue dada por Dios. Miren lo que dice Pablo en Efesios 2:10: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. La Biblia ofrece una perspectiva única en cuanto a nuestra participación en la plaza pública de la vida. La Escritura no solo nos fue dada para amar a Dios, sino para ponerla en práctica con aquellos que nos rodean. Así lo enfatizó el Señor, según leemos en Mateo 22:37-39: Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Como creyentes en Cristo necesitamos ser moldeados por las Escrituras para amar con las motivaciones correctas. La sana doctrina tiene que estar acompañada del sano vivir.
Si no fuera por la Biblia, el ser humano no tendría un sistema de valores genuino. Ella puede influenciar positivamente al ser humano para que este alcance la paz con Dios y sea de bendición a su generación. A través de ella entendemos nuestra razón de ser, el problema que tenemos y como hallar la solución en su mensaje especial: Cristo Jesús.